Miles de fieles y peregrinos se dieron cita en la Plaza de San Pedro a pesar de las lluvias de verano para participar en el Ángelus dominical con el Papa Benedicto XVI, quien al meditar sobre el Evangelio de hoy señaló que “la verdadera religión consiste en el amor a Dios y al prójimo” pues esto “da valor al culto y a la práctica de los preceptos”.
El Pontífice meditó sobre las lecturas de hoy afirmando que las palabras “Quiero amor y no sacrificio” constituyen “una palabra clave, una de aquellas que nos introducen en el corazón de la Sagrada Escritura”.
Refiriéndose a la llamada del Apóstol y Evangelista Mateo, el Papa resaltó que “cuando Jesús se dirigió a la casa de Mateo con los discípulos y se sentó con otros publicanos” tuvo que responder a los fariseos escandalizados: “No son los sanos quienes necesitan del médico, sino los enfermos... no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores”.
Asimismo, el Santo Padre se dirigió a la Virgen María pidiendo “su intercesión para vivir siempre en la alegría de la experiencia cristiana” y que “la Virgen suscite en nosotros sentimientos de filial abandono frente a Dios, quien es misericordia infinita”.
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