Evangelio del dia

lunes, 3 de diciembre de 2007

Sin Dios, el hombre y el mundo quedarán privados de esperanza, advierte el Papa

Al presidir el domingo 2 de diciemnre la oración del Ángelus en el primer Domingo de Adviento, el Papa Benedicto XVI animó a todos a despertar en sus corazones la espera de Jesucristo y aseguró que es el amor, y no la ciencia, el que puede redimir al hombre que necesita dramáticamente de Dios y que sin Él el ser humano y el mundo “quedarán privados de esperanza”.

Ante miles de feligreses que se congregaron este mediodía en la Plaza de San Pedro, el Santo Padre dijo que el Adviento es el “tiempo propicio para despertar en nuestros corazones la espera de Aquel ‘que es, que era y que viene’ (Ap 1, 8)” explicando que “el Hijo de Dios ya ha venido a Belén hace veinte siglos, viene en todo momento al alma de la comunidad dispuesta a recibirlo, vendrá de nuevo al fin de los tiempos, para ‘juzgar a vivos y muertos”.

Finalmente, es español, se dirigió a los peregrinos de esa lengua invitándoles a que en el Adviento “ensanchen el corazón para vivir con gozo el inefable don de la venida del Hijo de Dios al mundo, y a permanecer vigilantes y firmes en la fe, esperando su manifestación definitiva y gloriosa”.

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