Evangelio del dia

martes, 6 de mayo de 2008

Nacho Clemente escribe sobre el Campamento

D.E.P CAMPAMENTO 2008

Se une a estos días de reflexión, estudio y esfuerzo una lastimosa noticia: no habrá campamento Villamiel 2008. No han pasado ni 48 horas desde que me lo notificaron y empiezo a sentirme vacío. La agonía la llevo por dentro y el miedo en la frente. Se despide en un año donde acampados y acampadas preguntaban desde septiembre si habría campamento y ahora la respuesta es la más simple de las negaciones.

Atrás quedan por tanto las horas de preparación de otros años, la piña que era el grupo de monitores, y en parte, la continuación de un trabajo en pro de la infancia. Este año no veremos a 100 niños gritas por algún susto, ya no habrá broncas por saltar de cabeza a la piscina, no se repetirán las noches que terminábamos con una pequeña reflexión del día, perderemos los senderos de la montaña que nos comunicaban en las marchas, ya no habrá llantos de niños y niñas queriendo irse con sus padres, ya no lloraremos los monitores el Día Familiar a la hora de despedirnos, ya no… ya no…

Todavía recuerdan los que fueron mis monitores, y ahora compañeros en campamentos, el primer año que fui. Tenía siete años, y fui el responsable de inaugurar el botiquín al caerme desde el autocar cuando bajaba las escaleras; todavía recuerdan algunos directores del campamento como era el “pieza” más peligroso cuando cuentan las veces que por botiquín pasaba al largo del día; todavía hay compañeros actuales que recuerdan mi modo de escalar un poste del antiguo comedor cuando creía que la “Momia de Tutankamon” me acechaba, todavía puedo visionar mi primer amor que nació en ese campamento; todavía puedo recordar algunos nombres de mis compañeros de tienda; todavía me atrevo a contar las veces que me sacaron a corren de noche a la calle; todavía puedo recordar las marchas nocturnas, los juegos, las gymkhanas, los rastreos, las dinámicas, los amigos… el CAMPAMENTO.

No es el primer año que os ocurre esto, ya nos ha pasado en más ocasiones que se ha tenido un año sin la realización del campamento, y todos debemos recordar lo que costó sacarlo adelante después. No podemos olvidar que la crisis, y permítanme que diga que esto es una crisis, existen para superarlas y mejorar. Pues sabiendo que durante el verano de 2008 no habrá campamento, hay que dar un paso hacia delante, mirémonos unos a otros y entender que entre todos podemos superar y mejorar los proyectos que hoy están fallando. Debe ser nuestra prioridad el mejorar día a día y en este año negro más.

Quisiera ya por último pedir disculpas a los niños y familiares que esperaban que este año se realizara el campamento. Quisiera que sepan que no es noticia grata ni para ellos ni para nosotros y sobre todo, deseo que entiendan que, y en esta ocasión hablo por mi, haré todo lo que esté en mi mano para evitar que el campamento de Caritas Arciprestal – Nazaret en Villamiel sucumba al vacía, al cierre y al adiós.

Muchas Gracias y hasta siempre acampados y monitores.

PD: Agradezco de todo corazón a D. Julián Carlos, Nines y Angelines que sé que han luchado por el proyecto hasta el final. Un abrazo muy grande, y si este año no se puede, otra vez será.

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