El Papa Benedicto XVI destacó que los sacerdotes "deben difundir, allí a donde son destinados, la alegría y la esperanza que surgen del Evangelio", durante el rezo del Regina Coeli en la Plaza de San Pedro, el pasado domingo.
Al término de la Misa de ordenación sacerdotal de 29 diáconos celebrada en la Basílica de San Pedro, el Santo Padre rezó junto a miles de fieles, esta oración mariana. En ella, el Papa recordó que "si la presencia de los sacerdotes es indispensable para la vida de la Iglesia, ésta es también preciosa para todos".
Seguidamente, tomado como ejemplo el pasaje de los Hechos de los Apóstoles en el que el diácono Felipe lleva el Evangelio a Samaria, y con él "fue grande al alegría en esa ciudad", el Pontífice precisó que esta es la misión de los sacerdotes: "sembrar en el mundo la alegría del Evangelio".
"Donde Cristo es predicado con la fuerza del Espíritu Santo y es acogido con ánimo abierto, la sociedad, llena de tanto problemas, se convierte en la 'ciudad de la alegría', como se lee en el título de un célebre libro referido a la obra de la Madre Teresa de Calcuta", continuó.
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