“La misericordia es en realidad el núcleo central del mensaje evangélico, es el nombre mismo de Dios, el rostro con el cual Él se reveló en la antigua Alianza y plenamente en Jesucristo, encarnación del Amor creador y redentor”, indicó.
Benedicto XVI explicó que “este amor de misericordia ilumina también el rostro de la Iglesia, y se manifiesta a través de los Sacramentos, en particular en el de la Reconciliación, a través de las obras de caridad, comunitarias e individuales”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario