Pastoral de la Salud

A través de la Hoja “IGLESIA EN CORIA”, el Grupo de “PASTORAL DE LA SALUD” quiere dar a conocer las actividades que realiza, sus deseos, objetivos, etc, en favor de los enfermos, ancianos y de sus familias.

Este “Grupo” está formado por personas, de diversa índole y condición, pertenecientes a las parroquias de Santiago y de San Ignacio, unidas por un objetivo común: “ayudar a los enfermos, ancianos y a sus familiares en el recorrido de su vida más difícil: la enfermedad y la vejez”.

Para ello tiene programadas reuniones y visitas encaminadas a estudiar la mejor forma de hacerlo.

Las Reuniones se celebran cada quince días en los salones de la parroquia de San Ignacio, a las 5,30 horas de la tarde, los martes. Las visitas a las tres residencias: la Inmaculada, el Salvador y San Nicolás se hacen todas las semanas el día que cada grupo responsable acuerde. Las visitas a domicilio de enfermos o ancianos suele hacerse por la tarde a una hora que no ocasione molestias a ninguno.

¿Qué se propone el “Grupo” con estas visitas?...

· Interesarnos por su enfermedad, su familia y su soledad en el caso de ancianos.

· Darles aliento, ánimo y consuelo. Mostrarles nuestro cariño y apoyo.

· Reavivar, reanimar su fe en nombre de Cristo, de la parroquia, haciéndoles saber que no están solos, que el Señor sigue a su lado a pesar de sus dolencias, de su sufrimiento.

· Ayudarles con nuestras pobres palabras a tener esperanza, mirando a la CRUZ y los sufrimientos que el Señor pasó por nosotros para salvarnos.

Todo ello a través de gestos, palabras y, a veces, el silencio. Sólo estar y que se sientan acompañados. Para ellos significa mucho.

Desde esta ventana que se nos brinda, queremos invitar a aquellas personas que tengan inquietudes y deseos de ayudar a estos hermanos, para que se unan al grupo de “PASTORAL DE LA SALUD”, con el fin de poder visitarlos mejor, con más frecuencia.

Que la Santísima Virgen, en su advocación de Argeme, auxilio de los cristianos, consuelo de los afligidos y Madre de todos, Madre de dolor, nos dé la fortaleza que Ella tuvo en la pasión y muerte de su Hijo, y nos ayude a conseguir los buenos propósitos a favor de los que tanto nos necesitan, nuestros enfermos y ancianos. Y que el Señor mitigue sus dolores, soledad y les acompañe en todo momento.