Entrevista con Sor Argeme, T.O.R.

El pasado lunes 22 de octubre, sor Argeme, religiosa de la Fraternidad Franciscana del Convento Madre de Dios de Coria, celebró sus Bodas de Oro de religiosa (1957-2007). Hemos estado con ella y la hemos hecho la siguiente entrevista.

¿Dónde y cómo sintió su vocación?

Siendo aún muy niña y estando en el colegio de San José en Cáceres visitábamos los Conventos de Clausura, y en una Novena de San Francisco las monjas cantaban “Las huellas del Caudillo enamorado”. Me sentí como atraida, y decidí ser Franciscana para seguir en lo posible las huellas del enamorado de Dios...

¿Qué aporta a la Iglesia la Vida Contemplativa?

La vida Contemplativa aporta a la Iglesia: “El AMOR del Padre del Hijo y del E. Santo por medio de la contemplación en la Trinidad. La fuerza de la oración en la retaguardia Misionera y Ecle sial para que dé fortaleza a los mensajeros del Evangelio y fe firme a los cristianos de nuestros días. “En el corazón de la Iglesia mi Madre yo seré el AMOR y así lo seré TODO” (Sta.Teresita)

¿Que nota destacaría del carisma Franciscano?

En el articulo segundo de nuestras Constituciones nos dice:”Vivamos la conversión Evangélica con espíritu de oración y contemplación, en vida fraterna y en espíritu de pobreza y humildad.” Nuestro Padre San Francisco contempla al hermano como DON de Dios, eso es la fraternidad. El Señor me dio hermanos, carisma más original de Francisco de Asís es la vital importancia que consigue la fraternidad en la “vida del Evangelio” plasmada en la regla y vida, porque “el Señor medió hermanos”. Desde el hermano Jesús, revelador del nombre del Padre no nos queda otro remedio ni otra tarea que la de ser hermanos. Hermano sol, hermana tierra, hermana agua etc.”Loado seas mi Señor” contempla al Sumo Bien en todo.

Díganos algo de la Historia del Convento y su situación actual.

Del Convento no tenemos fecha exacta, sabemos por escritos antiguos que por el año 1.312 ya existían religiosas de la T.O.R. aquí; por tanto es de origen más antiguo. La situación actual de ahora es buena, está reconstruido y adaptado a estos tiempos, aunque siempre contemplando nuestra pobreza y austeridad.
¿Que le diría a los jóvenes de hoy?

Que joven como ellos yo también viví en el mundo, pero tenemos que valorar la vida cristiana, vivir de fe y dar sentido a nuestra juventud, que todo pasa y sólo quedan las obras, que estemos atentos porque el Señor habla, y es preciso hacer espacios de silencio para la escucha. Os diría con una oración de Nuestro entrañable Sr.Obispo que pone en uno de sus libros.”Siempre que contemplo tu Corazón se llena mi alma de la sinfonía de tu Misericordia que me dice: te AMO.”

Contad con María que sabe como madre atender a sus hijos, en las dificultades y en las luchas diaria, acude a María nuestra Morenita. “Jóvenes sed valientes”.

Quiero terminar este escrito con las palabras que tantas vece dirigió nuestro venerado Juan Pablo II: ”Abrid las puertas de para en par a Cristo que pasa a nuestro lado”.